sábado, 7 de noviembre de 2015

El manifiesto del talento. Sigfredo Ariel









Hay gente que posee, no tanto genio. Como cierto talento para captarle al siglo o incluso al decenio sus deseos antes de que éstos los pongan de manifiesto.

Georg Christoph Lichtenberg












Habrá quien de estos versos saque una canoa y entre al mar pues ya he sentido en mi espalda su callado impulso y siempre habrá quien de estos versos edifique una tarde incomprensible para mí entre sus desconocidos en lugares que no veré rodeado de palabras que serán extrañas y siempre habrá quien suponga la nada de estos días y trate de cortar con un cuchillo esta rueda de humo.












Los peces

A menudo me he dejado llevar por la corriente agua de la ciudad, agua que filtran
los gajos de la menta.
No era un perseguido pero me perseguían
he servido de abono
caminado
la ruta que entonces alumbraban
los pequeños pescadores clandestinos.
Las perlas de tu boca, las perlas del danzón eran de agua
y estaban en el agua como yo.
Quizás he visto todo por el ojo de una res.
Y nuestra carne es roja y bien condimentada.
Y en las púas pondrían a secar nuestras cabezas cortadas a ras —como la del bautista—
pero sin solemnidad
ni los ojos abiertos como tazas volcadas.
Llévala hielo acuéstala ave fénix
pájaro de aquí ve picoteando su corazón un poco y busca escarba transfigura
un grano de madera dulce aún
no vulnerado aún por el descuido.











Yo no soy la conciencia
ni siquiera la inconsciencia
entiendo la mitad de esas noticias de África.
Ningunos ojos sino los míos
ahora beben de esta visión encantadora. Yo debía estar solo en esta dulce soledad como Manfredo.
He aprendido a nadar
sobre el tesoro del agua paseé a caballo me ha tumbado el aguardiente
bajo frutas maduras
he sido el mayoral y el sable
en la maleza que nos desconocía: gente sin tino en el desorden
me he dejado llevar por la corriente un cuchillo en la faja del baile popular en la cervecería
bailarines saludando con delicadeza luego un hombre y su mujer desayunando en paz.
He aprendido a nadar
traje un cervato para altos sacrificios Juan hijo de Juan
nací una noche en que los bares cerraron por temor de la guerra.


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