lunes, 9 de noviembre de 2015

Ritos y silencios. Maikel Martínez










"La visión de Martínez de la interacción entre el cielo y el océano, o la tierra, parece ser al principio una función de la metáfora. Estas dos extensiones fundamentales, que numerosas cosmogonías vinculan a padres divinos primordiales, copulan en el dialogo luminoso del agua en su trilogía de inminencia; hielo, liquido y vapor. La nube alberga el granizo a la vez que se pare a sí misma de la luz y el espacio. Su volumen no delineado nunca se despoja de su promesa de disolución, ni siquiera en la pintura, quizás especialmente en la pintura. La imagen de la nube suspendida en su opaca incorporeidad sobre la tierra o el mar filtra como un prisma nuestras ambiguas lujurias de permanencia y levedad. Fue la nube la que nos enseñó a familarizarnos con el Anhelo, capturando un episodio en el ciclo de nuestro elemento vital con el cual develar la deleitable fragilidad de nuestros deseos proyectados. En cúmulo y nimbo, y todos los estratos entre ellos, el vapor retrata nuestro impacto emocional en el futuro, nuestra esperanza a tientas de poder darle forma, de hacer realidad nuestra voluntad. También la nube es el profeta de nuestro abrazado fracaso como Anheladores, pues la conquista de lo que aspiramos lleva el signo de la disolución, de forma vaga e indeterminada, en otros anhelos, de la misma manera en que el sedoso velo de la bailarina pierde su vibrante libertad al caer al suelo para revelar otra pagina dormida en la vida visual de la seda..."

Ricardo Pau-Llosa





La nube y el humilde romerillo




La nube




Ritos y silencios




De la serie La Milla 45




De la serie La milla 45





De la serie La milla 45




Lo simple y lo compuesto




El diálogo 

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